Alsacia, una pintoresca región del noreste de Francia, es principalmente conocida por sus vinos y riquezas culinarias, pero también se aventura con gran éxito en el mundo del whisky. Beneficiándose de un clima variado y suelos diversos, Alsacia ofrece un terroir único propicio para la producción de whisky. Las destilerías alsacianas, inspiradas por métodos tradicionales escoceses mientras integran técnicas locales, producen whiskies que destacan por su carácter auténtico e innovador. A menudo, recurren a cereales locales y al agua pura de los Vosgos, lo que confiere a sus productos aromas complejos y una gran singularidad. Los whiskies alsacianos son conocidos por su finura y rica complejidad aromática, alternando entre notas florales, afrutadas y a veces especiadas, reflejando el legado y el saber hacer secular de la región. Con una atención meticulosa en cada etapa de la producción, desde la destilación hasta el envejecimiento en barricas variadas, Alsacia se posiciona hoy con orgullo en la escena internacional del whisky. Así abre nuevas perspectivas a los aficionados entendidos y a los gestores de bodegas que desean enriquecer su colección con botellas tanto inesperadas como refinadas.
