Situada en Canadá, la provincia de Quebec se distingue por su rico terruño y su saber hacer único en la producción de aguardientes. Esta región se caracteriza por un clima riguroso con inviernos fríos y veranos calurosos, creando condiciones ideales para el cultivo de frutas como manzanas, peras y ciruelas, que sirven de base para aguardientes de calidad excepcional. Inspirados por las tradiciones europeas, los productores quebequenses han sabido adaptarse e innovar en sus métodos de destilación para crear productos de rara delicadeza. Se presta especial atención a la selección de las frutas y al dominio de las técnicas de fermentación y destilación, lo que permite obtener aromas y sabores complejos. La región se distingue por una gran diversidad en sus producciones: calvados quebequenses, aguardiente de pera o ciruela, todas ellas expresiones del terruño local. Para los aficionados y gestores de bodegas, Quebec ofrece aguardientes con un carácter único que enriquecerán cualquier colección, mientras proponen nuevas experiencias gustativas. El descubrimiento de los aguardientes de Quebec es un viaje sensorial al corazón de la cultura y la experiencia artesanal canadiense.