La región de Île-de-France, emblemática de Francia, es mucho más conocida por sus vinos y licores tradicionales que por el ron. Sin embargo, con la evolución de los gustos y la apertura a nuevas propuestas, la región está comenzando a hacerse un nombre en el universo de los licores de calidad, incluido el ron. Aunque el clima no es propicio para el cultivo de la caña de azúcar, los productores locales se han distinguido por sus técnicas innovadoras de envejecimiento y mezcla. Île-de-France alberga ahora varias destilerías artesanales que importan ron de las Antillas, para transformarlo y elevarlo gracias a una experiencia adquirida a lo largo de décadas en el arte de la destilación. Esta región combina tradición e innovación al aportar su toque único al ron, utilizando barricas de roble que a veces han contenido vinos u otros licores, añadiendo así complejidad y riqueza al producto final. Para los amantes del ron o aquellos que desean descubrir una faceta inesperada de Île-de-France, explorar las bodegas y destilerías locales se convierte en una auténtica aventura gustativa.