El Niagara es un cépage originario de Estados Unidos, especialmente valorado por su perfil aromático distintivo y fresco. Se caracteriza por sus intensos aromas a uva fresca, notas florales y matices que recuerdan a la miel y al almíbar. En boca, destaca por su suavidad, acidez equilibrada y sabores afrutados que evocan la manzana verde, el melón y un delicado fondo cítrico, lo que lo convierte en una opción atractiva tanto para vinos tranquilos como espumosos.
Las principales regiones vitícolas donde se cultiva el Niagara son el noreste de Estados Unidos, particularmente en Nueva York (región de Finger Lakes) y Pennsylvania, así como en algunas zonas de Brasil y Canadá. Este cépage se utiliza principalmente para la elaboración de vinos blancos jóvenes, vinos dulces y, en menor medida, frisantes y mostos parcialmente fermentados de bajo grado alcohólico.
En cuanto a los maridajes, los vinos Niagara combinan a la perfección con ensaladas frescas, frutas, quesos suaves y postres ligeros. También resultan ideales con platos de cocina asiática, gracias a su perfil afrutado y su frescura, equilibrando sutilmente sabores intensos y especiados.