El Merlette es un cépage poco común que destaca por su singularidad dentro del panorama vitivinícola. Se caracteriza por ofrecer un perfil aromático complejo, donde predominan notas de frutas rojas frescas —como cerezas y frambuesas— complementadas por matices florales delicados y ligeros toques de hierbas mediterráneas. En boca, el Merlette se expresa con una acidez equilibrada y taninos sutiles, lo que da lugar a vinos frescos, de medio cuerpo y final elegante, ocasionalmente acompañados de una sutil mineralidad.
Las principales regiones vitícolas donde se cultiva el Merlette incluyen áreas seleccionadas del sur de Francia y, en menor medida, algunas zonas experimentales en Navarra y Cataluña, en España, donde el clima templado favorece su desarrollo y expresión varietal.
Los estilos de vino producidos con Merlette suelen ser monovarietales jóvenes, pensados para resaltar la frescura y el carácter afrutado, aunque existen ensamblajes donde aporta viveza aromática y suavidad.
En cuanto a los maridajes, el Merlette se adapta perfectamente a platos de cocina mediterránea, como pescados a la plancha, arroces, aves a las finas hierbas o quesos semicurados. Es especialmente recomendable con tapas elaboradas a base de embutidos suaves y verduras asadas.