El Saint-Pépin es una variedad de uva blanca originaria de América del Norte, reconocida por su capacidad para prosperar en climas fríos. En copa, los vinos elaborados con Saint-Pépin se distinguen por su perfil aromático delicado, expresando notas de flores blancas, manzana verde, cítricos y toques de melón maduro, acompañados de una acidez refrescante y un cuerpo ligero a medio. Esta variedad se cultiva principalmente en regiones vitivinícolas del noreste de Estados Unidos y Canadá, especialmente en estados como Minnesota y Wisconsin, donde se valora por su resistencia a las bajas temperaturas.
Los estilos de vino producidos con Saint-Pépin suelen ser blancos secos, tanto jóvenes como con breve crianza sobre lías, destacando siempre su frescura y pureza aromática. Es frecuente encontrar vinos monovarietales, aunque también se emplea en mezclas para aportar acidez y elegancia.
En cuanto a los maridajes, el Saint-Pépin armoniza perfectamente con pescados y mariscos frescos, ensaladas ligeras, platos a base de pollo o pavo, quesos suaves y comida asiática ligeramente especiada. Su naturaleza vibrante y su perfil frutal lo convierten en la elección ideal para acompañar aperitivos y menús veraniegos.