El Koshu es un cépage emblemático de Japón, especialmente cultivado en la región de Yamanashi, al pie del monte Fuji. Esta variedad de piel rosada produce vinos de color pajizo pálido, caracterizados por su delicadeza y elegancia. En nariz, el Koshu ofrece notas aromáticas sutiles de cítricos –particularmente yuzu y pomelo– así como matices florales de flor de azahar y toques minerales que evocan lluvia fresca o piedra mojada. En boca, destaca por su acidez viva, cuerpo ligero y una textura fresca que lo convierte en un vino muy equilibrado, con recuerdos de pera asiática y un final ligeramente salino.
Los estilos predominantes incluyen vinos tranquilos secos, algunos con crianza sobre lías para aportar complejidad, y versiones espumosas con finas burbujas. Rara vez se elaboran estilos dulces. El Koshu marida excelentemente con la gastronomía japonesa, como sushi, sashimi, tempura o platos ligeros de mariscos. Su perfil le permite acompañar fácilmente comida asiática especiada, ceviches y carnes blancas a la plancha. Resulta ideal para quienes buscan vinos sutiles, versátiles y con una identidad única.
