El Kratošija es una variedad de uva tinta originaria de los Balcanes Occidental, reconocida por su adaptabilidad y carácter distintivo. Su perfil aromático revela notas intensas de frutos rojos maduros, como cereza y frambuesa, acompañadas de sutiles matices de ciruela negra, especias dulces y ligeros toques terrosos. En boca, los vinos elaborados con Kratošija suelen presentar cuerpo medio, taninos finos y una acidez equilibrada, lo que les otorga frescura y vivacidad. Se producen principalmente en Montenegro y en algunas regiones de Macedonia del Norte y Serbia, donde el Kratošija forma parte fundamental tanto de varietales como de ensamblajes tradicionales.
Los estilos típicos de vino varían desde versiones jóvenes y afrutadas, ideales para consumo temprano, hasta variantes envejecidas en roble que desarrollan complejidad, aumentando las notas de vainilla y tostados. El Kratošija se recomienda para maridar con carnes rojas a la brasa, guisos especiados, cordero asado y quesos curados, ya que su perfil estructurado complementa la intensidad de estos platos sin sobreponerse. Ideal para quienes buscan descubrir matices auténticos provenientes de regiones menos exploradas del Mediterráneo.