El Mollar es un antiguo y singular cépage de uva tinta originario principalmente de la región de Andalucía, aunque su presencia también se extiende a otras áreas del sur y levante de España, como Castilla-La Mancha y Valencia. En copa, sus vinos exhiben tonalidades rubí pálido y una intensidad aromática delicada, con notas predominantes de frutas rojas frescas como la fresa, guinda y granada, junto a matices florales sutiles y a veces un ligero fondo especiado. En boca, destacan por su perfil fresco, taninos amables y moderada acidez, lo que otorga una sensación suave y ligereza elegante al paladar.
Habitualmente, el Mollar se vinifica como monovarietal en estilos jóvenes, sin crianza, resaltando su carácter afrutado y fresco, aunque existen también ejemplos de elaboraciones tradicionales en rosados y alguna vez, coupages para suavizar otros tintos más robustos. Su estructura ligera lo convierte en un excelente compañero de platos mediterráneos, especialmente arroces, pescados al horno, embutidos suaves y carnes blancas. También armoniza perfectamente con tapas y quesos frescos, potenciando la experiencia gastronómica sin opacar los sabores del plato.