El Girgentina es una variedad de uva blanca autóctona de Malta, poco común fuera de la isla pero fundamental en su patrimonio vitivinícola. Este cépage se distingue por su perfil aromático fresco y sutil, con notas florales delicadas, matices de fruta blanca como pera y manzana verde, y un toque cítrico que aporta vivacidad. En boca, el Girgentina ofrece una acidez equilibrada, un cuerpo ligero a medio y una textura suave, lo que resulta en vinos agradables, refrescantes y fáciles de beber.
La principal región vitivinícola del Girgentina es Malta, especialmente en las zonas más frescas y elevadas del archipiélago, donde el microclima mediterráneo favorece su desarrollo óptimo. Tradicionalmente, se utiliza para vinos blancos secos, aunque también puede formar parte de blends con uvas como la Chardonnay para aportar complejidad.
Entre los estilos típicos destacan los vinos tranquilos jóvenes, secos y de expresión franca, así como espumosos ligeros y vibrantes. Son especialmente apreciados como aperitivo y acompañan perfectamente mariscos, pescados a la plancha, ensaladas frescas, sushi y platos de cocina mediterránea ligeros, realzando los sabores sin dominarlos.