La denominación Querétaro, situada en la región central de México, se distingue por su contribución creciente a la industria vitivinícola mexicana. Ubicada en el Bajío, donde el clima es semiárido con días cálidos y noches frescas, Querétaro ofrece condiciones ideales para el cultivo de la vid. Las altitudes varían de 1,900 a 2,100 metros, lo que favorece la producción de vinos con carácter y calidad.
Querétaro es principalmente reconocido por sus vinos espumosos elaborados según el método champenoise. Las variedades como Chardonnay y Pinot Noir son predominantes y dan lugar a vinos espumosos de una finura notable, a menudo comparables a sus homólogos europeos. Además de los vinos espumosos, la región también produce vinos tranquilos a partir de variedades como Sauvignon Blanc y Cabernet Sauvignon, que impresionan por su frescura y complejidad aromática.
El enoturismo está en pleno auge en Querétaro, con numerosas rutas del vino y festivales que enriquecen la experiencia de los visitantes. La región se posiciona así como un destino imprescindible para los amantes del vino que desean descubrir el dinamismo y la innovación de la viticultura mexicana.