La región mediterránea de Turquía, acariciada por los cálidos vientos del mar del mismo nombre, se destaca por su diversidad vitivinícola y su antiguo legado. Se beneficia de un clima ideal para la viticultura, caracterizado por veranos largos y soleados e inviernos suaves, que favorecen una maduración óptima de las uvas. Esta región, con sus suelos ricos en minerales y sus colinas onduladas, ofrece un terroir único para las variedades de uva autóctonas e internacionales. Entre las variedades tintas más cultivadas se encuentran el Çalkarasi y el Bogazkere, que ofrecen vinos con intensos aromas a frutas rojas y especias. Los vinos blancos, a menudo elaborados a partir de Emir o Moscatel, ofrecen una frescura y una complejidad aromática notables, que van desde las notas florales hasta los cítricos. La región mediterránea turca también es reconocida por sus esfuerzos en viticultura sostenible y orgánica, contribuyendo a preservar la autenticidad y la calidad de los vinos. Para los amantes del vino, esta región representa un destino prometedor e inspirador, que combina tradición e innovación, permitiendo así descubrir la expresión única de los vinos turcos en el corazón del Mediterráneo.