Vinos Sauternes Clos Haut-Peyraguey - 1999

Opiniones de Viniou

Clos Haut-Peyraguey 1999 es un prestigioso vino blanco dulce originario de la denominación Sauternes AOC, en la legendaria región de Burdeos, Francia. Este vino nace a partir de la meticulosa selección de uvas afectadas por la "pourriture noble" o podredumbre noble (Botrytis cinerea), principalmente de las variedades Sémillon y Sauvignon Blanc, aunque la mezcla precisa puede variar según la parcela y el año. La añada 1999 se caracteriza por su madurez y su equilibrio entre frescura y complejidad. La vinificación incluye una recolección parcelaria manual en varias pasadas para captar la máxima concentración de azúcares y aromas, seguida de una crianza en barricas de roble que aporta notas de vainilla, almendra tostada y una textura sedosa al vino.

El Sauternais, subregión del sur de Burdeos, posee un microclima privilegiado generado por la confluencia de los ríos Ciron y Garona. Esta particularidad climática favorece las brumas matinales, esenciales para el desarrollo del hongo Botrytis que deshidrata y concentra las uvas. Los suelos de grava, arena y arcilla aportan elegancia y mineralidad a los vinos, mientras que la historia vitivinícola de Sauternes remonta a varios siglos atrás, estableciendo a la zona como referente mundial en la elaboración de vinos licorosos complejos y longevos.

Para acompañar este grandioso Sauternes, los maridajes clásicos resaltan su opulencia y frescura. El foie gras es el compañero ideal, ya sea en terrina o a la sartén, al igual que los quesos azules como el Roquefort, cuyos contrastes salados y cremosos realzan la fruta y la acidez del vino. En postres, resulta sublime con tartas de frutas de hueso, tatin de manzana o melocotón, y mousses ligeras de almendra o vainilla. También es exquisito con platos regionales de Aquitania como aves de caza en salsa agridulce.

Sirva el Clos Haut-Peyraguey 1999 entre 10 y 12°C para disfrutar plenamente de su bouquet complejo y sus notas de frutas confitadas, miel y flores blancas. Es recomendable abrir la botella unos minutos antes de servir para permitir que el vino exprese toda su riqueza aromática.