La región vinícola de Adjara, en Georgia, es una verdadera joya desconocida del mundo del vino. Situada entre el mar Negro y las majestuosas montañas del Cáucaso, esta región goza de un microclima único, ideal para la viticultura. Los viñedos de Adjara se benefician de suelos fértiles y variados, que van desde los limos arenosos hasta las arcillas, lo que permite la producción de vinos con perfiles aromáticos diversificados.

Las variedades autóctonas como Tsolikouri y Chkhaveri son emblemáticas de esta región. Los vinos producidos son a menudo ligeros, con notas afrutadas y florales, pero también pueden sorprender por su estructura y complejidad. El uso de métodos tradicionales de vinificación en qvevris (grandes tinajas de barro) confiere a los vinos de Adjara una autenticidad y profundidad únicas.

Para los amantes del vino que desean enriquecer su bodega, los vinos de Adjara ofrecen una experiencia sensorial inédita que merece ser explorada. La compra de vinos georgianos, especialmente los de Adjara, está en aumento, una tendencia que no hay que perderse para los apasionados de la gestión de bodegas. Descubrir estos tesoros ocultos puede diversificar y enriquecer cualquier colección.

Palabras clave: viticultura, vinos georgianos, gestión de bodega, variedades autóctonas, qvevris.