Cerdeña, una isla soleada enclavada en el corazón del Mediterráneo, es también un tesoro para los amantes del vino, albergando una rica diversidad de terruños y cepas únicas. Con su estatus de IGT (Indicazione Geografica Tipica), la región vinícola de Sardegna ofrece una amplia paleta de sabores que maravillan tanto a los conocedores como a los aficionados. Esta denominación permite a los productores locales explorar e innovar, respetando al mismo tiempo las antiguas tradiciones vitivinícolas.
Las variedades emblemáticas de Cerdeña incluyen Cannonau, equivalente al garnacha, que prospera bajo el sol abrasador y los vientos marinos para producir vinos tintos intensos, llenos de complejidad aromática. El Vermentino, por su parte, se distingue por su frescura y acidez viva, revelando toda la mineralidad de la isla.
La diversidad geológica, desde suelos volcánicos hasta terrenos calcáreos, enriquece aún más el perfil organoléptico de los vinos sardos, ofreciendo así experiencias de cata variadas y profundas. Ya sea que seas un administrador experimentado de bodegas o un apasionado principiante, explorar los vinos de Cerdeña es descubrir el carácter único de su terruño insular, combinando tradición e innovación.