Vinos Saint-Émilion Gran Cru Château Magneau de Gaffelière - 2018

Opiniones de Viniou

Château Magneau de Gaffelière 2018 es una referencia clásica de Saint-Émilion Grand Cru, elaborado principalmente con Merlot, acompañado por cantidades variables de Cabernet Franc y, ocasionalmente, Cabernet Sauvignon, aunque la proporción exacta no se especifica aquí. Su añada 2018 se caracteriza por una riqueza aromática notable gracias a un año particularmente cálido, que permitió una óptima maduración de la uva. El viñedo se encuentra en el prestigioso terroir de Le Libournais, donde los suelos arcillosos y calcáreos aportan estructura, frescura y profundidad al vino. La vinificación suele realizarse en depósitos de acero inoxidable o cemento, seguida de una crianza en barrica de roble, lo que aporta complejidad y potencial de guarda.

La región de Saint-Émilion, ubicada en la orilla derecha de Burdeos, goza de un clima templado influenciado por el cercano río Dordoña. Las suaves pendientes y las diferentes composiciones del suelo, mayormente calizas y arcillosas, contribuyen a la singularidad de sus vinos. Saint-Émilion es también Patrimonio Mundial de la UNESCO y cuenta con una larga tradición vitícola que se remonta a la época romana, lo que le confiere fama mundial por la elegancia y longevidad de sus tintos.

Para acompañar este Grand Cru, se recomiendan platos de gran carácter pero que respeten la finura del vino. Carnes rojas asadas o a la parrilla como un entrecôte bordelés, magret de pato, o cordero cocido lentamente en hierbas aromáticas son opciones perfectas. Los quesos de pasta dura como el Comté o un queso Saint-Nectaire realzan su expresión. Para una experiencia regional, no dude en maridar con un canard aux cèpes, un clásico de la zona.

Se aconseja servir este Saint-Émilion Grand Cru a una temperatura de 16-18°C. Abrir la botella una hora antes permite que el vino se exprese plenamente, revelando sus notas de frutos negros maduros, especias y suaves toques tostados. Disfrútelo en copa amplia para una mejor oxigenación y aprecie su potencial de guarda, que puede seguir evolucionando positivamente en la bodega durante los próximos 8 a 12 años.