La región de Caux, situada en el Languedoc-Rosellón en Francia, se beneficia de la denominación IGP (Indicación Geográfica Protegida). Ubicada entre el mar Mediterráneo y las estribaciones de las Cévennes, esta región vinícola se distingue por la diversidad de sus terruños y sus vinos expresivos. El clima mediterráneo, con sus veranos calurosos e inviernos suaves, favorece la maduración de las uvas, garantizando vinos de calidad.
Los vinos de la IGP Caux se caracterizan por su riqueza aromática y su equilibrio notable. Las variedades principales incluyen Syrah, Garnacha y Cariñena para los tintos, así como Marsanne, Roussanne y Vermentino para los blancos. Los aficionados al vino encontrarán en los tintos una paleta de frutos rojos y especias, mientras que los blancos ofrecen notas florales y afrutadas.
Para los apasionados de la gestión de bodegas, integrar los vinos de la IGP Caux permite añadir un toque mediterráneo a su colección. Los vinos de Caux, a menudo subestimados, son un excelente valor añadido, combinando tradición y modernidad. Herramientas como una aplicación de gestión de bodegas pueden ayudar a seguir su evolución y optimizar su degustación.